viernes, 17 de mayo de 2013

La inalcanzable barrera de los 50 puntos

 Ganar todo y esperar. Esa es la consigna de la SD Huesca. Llegar a los anhelados 50 puntos será imposible. Cuatro partidos, cuatro finales ante rivales que, más allá del orgullo y de la dignidad, no se juegan nada. Córdoba y Recreativo, fuera; Sporting y Xerez, en El Alcoraz. Una empresa difícil, complicada, más si cabe teniendo en cuenta que el conjunto oscense debe hacer las tareas como requisito fundamental para, posteriormente, mirar los resultados de terceros.

El esquema habitual, de partida, de la SD Huesca es un 1-4-2-3-1. Un dibujo modificable durante el encuentro a un 1-4-4-1-1 si el equipo aragonés necesita que los extremos retrasen su posición para ayudar al lateral de su banda, e incluso al 1-4-2-4 cuando el conjunto oscense se parte y el partido se basa en transiciones rápidas continuas. El patrón de juego del Huesca ha ganado en pragmatismo ante la idea inicial del técnico de jugar desde atrás, donde Jorge Larena era el faro del equipo. No importa el cómo, ya sólo vale ganar.



Camacho no estará en el Arcángel


La sanción de Camacho, que cumple ciclo, afecta en dos sentidos: por una parte, es uno de los lanzadores a balón parado con su pierna izquierda. Ello posibilitaba contar con dos perfiles (Camacho, zurdo; y Pacheco, derecho) de gran precisión. El factor de incertidumbre será menor, el Córdoba sabrá que siempre será un diestro el lanzador (Pacheco o Jorge). Y por otro lado, la baja de Camacho obligará a D'Alessandro a reestructurar la línea defensiva. Diogo vuelve tras cumplir ciclo; Llamas es duda. Lo lógico sería pensar que ellos formarán los laterales, aunque la reconversión de Echaide no resulta descabellada, ya que frente a la Ponferradina se desenvolvió en esa demarcación.

El protagonismo de las bandas


Sus titularidades resultan indiscutibles: Núñez en la derecha y Dani Pacheco en la izquierda. Son los destinatarios de las pugnas de Tariq y Borja, aprovechan las segundas jugadas. Piezas fundamentales en las transiciones defensa-ataque altoaragonesas, pero el mecanismo y la forma de proceder son diametralmente opuestas. Núñez rompe al espacio, tiene la capacidad de ganar en zancada a su adversario, y la salida del regate suele ser por fuera. Por su parte, Dani Pacheco -juega a pierna cambiada- la quiere al pie, marca diferencias con su conducción, precisa y rápida, en diagonal. En definitiva, extremos que generan peligro constante.

Tariq y Borja, compatibles


La entrada de uno de ellos en el once inicial excluía la del otro. Carecía de fundamento pensar que dos referencias sin excesivos desmarques al espacio, dos nueves de área que superan el 1'80,  podían complementarse optimizando el rendimiento de ambos. Son ya 5 jornadas consecutivas formando dupla, escalonados. Tariq por detrás, peleando las segundas jugadas; Borja como vértice más adelantado, el goleador para el que se solicitó la cesión al Atlético de Madrid. El balón largo a ambos, además de un recurso en situación de urgencia, se ha convertido en una vía rápida para llegar al área rival.

Lo mejor


Los de D'Alessandro manejan a la perfección el juego a balón parado y las segundas jugadas. Equipo fuerte en el contacto físico.

Lo peor


El Huesca sufre en los contragolpes rivales. Sobre todo los centrales (L.Helguera, Rivas, Echaide), lentos en la carrera si el balón va a sus espaldas.

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