Apuesta arriesgada. El Espanyol ha confiado el proyecto a
Sergio González, un técnico con el aval del conocimiento de la casa perica pero
con la incertidumbre, de puertas afuera, sobre su capacitación para un
banquillo complicado. Entrenador joven, con futuro y que responde al perfil de
los Pep y Cholo que han tenido éxito bajo el apoyo del Club y la hinchada que
les vieron crecer y triunfar.
La falta del "6"
El esquema de los de Sergio, hasta la fecha, es el 1-4-2-3-1
con alternancia al 1-4-4-2 si Sergio García y Caicedo son de la partida. El
doble pivote, con Cañas y Víctor Sánchez como teóricos titulares, adolece la
falta del “6” por excelencia. Del hombre que es el mejor amigo de todos en el
campo y que hace coberturas por doquier. Cañas y Víctor Sánchez poseen otras
virtudes, pero no la de fijar como stopper. Buscar la espalda de los pivotes y
hacer dudar sobre si salir o no a los centrales serán opciones factibles para
el Córdoba CF.
Sin mediapunta
La presión, con la excepción si Salva Sevilla juega como mediapunta,
se conformará en base a dos líneas de cuatro más los dos delanteros ubicados en
paralelo. En demasiadas ocasiones resulta excesivamente
simétrico, y los espacios entrelíneas pueden ser aprovechables. La ausencia de
un 10 que fije con un marcaje mixto al pivote defensivo adversario puede
permitir al conjunto cordobesista batir la primera línea de presión con una
salida limpia y que el cuero llegue a los atacantes en mejores condiciones.
Capacidad ofensiva de los extremos
Los extremos, aunque deban asumir carga y desgaste defensivo,
responden más a un perfil ofensivo por sus propias condiciones. Lucas Vázquez o
Stuani, por derecha; y Paco Montañés, por izquierda, los habituales en el juego
exterior. Llegan a posiciones potenciales de remate y, junto a los dos puntas
más la incorporación de Víctor Sánchez, pretenden generar superioridad para los
balones colgados desde la lateral.
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