
A sus 30 años posee una dilatada experiencia. En su haber, dos ascensos a Primera División: con el Celta de Vigo y con el Recreativo de Huelva. Probó suerte en el Omonia Nicosia (Chipre), llegando a disputar fases previas de competiciones europeas. La pasada campaña regresó a España, concretamente al Xerez, donde ha disputado 28 encuentros. En la mayoría de ellos, aunque Bouzón es polivalente -puede jugar de central y lateral-, se ha desenvuelto como central pues el exceso de efectivos en el lateral derecho xerecista (Cámara, Ruz e incluso Mendoza) así lo dictaba.
Iago Bouzón es un defensa central que se siente cómodo en el fútbol de contacto. Su carácter y contundencia suponen un plus en el juego aéreo. Cuando la zaga rival lanza balón largo al punta, Bouzón da unos metros a su marca para imponerse llegando desde atrás, cabeceando el balón cuando se sitúa en el punto más alto de su territorio. Mide bien los tiempos y realiza buenos tackle, sobre todo al ir a la cobertura del lateral de su costado. Su polivalencia será una garantía en momentos difíciles de sanciones y lesiones. Llega, a priori, para ser defensa central, marcador, aunque las condiciones y el estado físico de la plantilla pueden jugar como variables en este sentido.
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