viernes, 12 de diciembre de 2014

Scouting: Levante UD

Quinta temporada consecutiva en Primera División. Competir de nuevo en Europa queda lejos y el objetivo del equipo granota pasa por sellar la permanencia. Lucas Alcaraz relevó a Mendilibar para voltear la mala dinámica del Levante. El tren de equipos es amplio, distancias reducidas y mucha paridad. La regularidad será clave.

Máxima intensidad y preponderancia defensiva 


La llegada de Alcaraz ha supuesto una vuelta a las andadas. La recuperación de las señas de identidad de los últimos años estaba subrayada en rojo. Se enmarcaba como vital y Lucas Alcaraz lo ha conseguido. La priorización del apartado defensivo al ofensivo, es decir, que la intensidad y la solidaridad, entre otras, se conviertan en aspectos innegociables para defender la portería propia. Cada balón dividido es una final de la que hay que salir victorioso.

Defensa organizada en 1-4-4-2


La primera resistencia en la presión, con 1-4-4-2, se traza en la línea divisoria, incluso retrasándola en algunos lances. El doble pivote ve el fútbol de cara, de carácter posicional por delante de los centrales. La distancia entre los puntas y la zaga se pretende que sea la menor posible, comprimiendo los espacios entrelíneas e intentando imposibilitar el juego por dentro. El Levante se siente cómodo con los centros laterales. 

Importancia de las transiciones defensa-ataque




La dificultad para crear peligro en ataque organizado y la importancia concedida al entramado defensivo, provoca que las transiciones defensa-ataque sean fundamentales. El hándicap principal es que los extremos y los delanteros se encuentran lejos de portería, deben recorrer demasiados metros. El principal peligro es Morales, rápido y con gol. Además, las acciones a balón parado, botadas en su mayoría por el austriaco Ivanschitz, se erigen como una alternativa considerable con las incorporaciones de David Navarro y los mediocentros.  



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