Histórico. El Atlético del Cholo será recordado por y para
siempre. Disfrutemos mientras prosiga un Club que ha demostrado ser una
alternativa poderosa a los presupuestos desorbitados. La convicción en un mensaje
perfectamente descodificado por los jugadores, el sentimiento de pertenencia y el
feeling cuerpo técnico – jugadores – afición, algunos ítems de este Atleti.
Temporada complicada
pues superar los registros de la campaña anterior es difícil,
pero el Atlético continúa reciclándose, y a mejor.
Máximo valor a las ABP
Es el equipo que más rentabiliza la pelota parada, una
herramienta que decide partidos y que aúpa al Mono Burgos como un fantástico
estratega. Cada acción a balón parado supone la conjunción de la fe en los
colchoneros y del miedo escénico en el adversario. Arrastres, bloqueos y
aclarados, tres ingredientes que auguran éxito al tener cabeceadores como
Miranda y Godín que van con el cuchillo en los dientes. La zona de primer palo
se subraya en rojo: es el hábitat a explotar.
Cada lance es una final
El esfuerzo no se negocia. El promulgado “partido a partido”
sintetiza un modelo de juego y una filosofía de vida donde la mejora continua es
tomada como la vía de progreso. Cada balón dividido es una final normalmente conquistada,
ya que cada jugador la afronta con alma ganadora. La presión tras pérdida ahoga
al contrario, son 4-5 segundos de máximo vértigo en los que no se persiguen
sombras perezosamente. Lo dan todo, el terreno de juego no “pica” hacia arriba
para defender.
1-4-4-2 y 1-4-2-3-1: Interpretación del juego
El 1-4-2-2, con variantes al 1-4-2-3-1, es el dibujo
colchonero. Un cuadrado por dentro que ofrece los carriles a los laterales. Los
dos vértices inferiores dan salida a los centrales para que los interiores, los
vértices superiores del cuadrado, jueguen a la espalda de los pivotes
adversarios. Generan incertidumbre, sobre todo al lateral contrario. Si sale,
uno de los delanteros –o el lateral ubicado en máxima amplitud- lo mata a las
espaldas. Si no, el interior en cuestión se gira habiendo rebasado dos líneas
de presión. Los Arda, Koke, Griezmann y Raúl García tienen automatizados los
movimientos.