El Anxo Carro, la próxima estación. El Córdoba visita uno de
los estadios más complicados de la categoría, no por masa –aunque aprieten los
asistentes- sino por las actitudes y aptitudes que muestra el Lugo como local.
Imponer un ritmo frenético en los primeros compases será la premisa lucense, ya
sorprendió así al Real Jaén y a la UD Las Palmas. El curso pasado, Quique
Setién consiguió salvar la categoría holgadamente con un equipo descarado y sin
complejos. Consolidarse y soñar, en ese orden, los incentivos.
El esquema habitual del CD Lugo es un 1-4-2-3-1, muy marcado
e inamovible en condiciones naturales. La filosofía de juego está trabajada,
saben a lo que juegan –lo que supone una garantía- y sus movimientos, netamente
automatizados, tienen sentido. En materia defensiva, normalmente esperan a tres
cuartos para elegir el momento de adelantar líneas y reducir espacios,
situándose en 1-4-4-2 con Álvaro Peña y Rennella en paralelo.
Fútbol control
Como principio inapelable, jugar desde atrás inclusive Dani
Mallo. La salida de balón comienza con una línea de tres, en la que Dani Mallo echa
el balón al piso, siendo el vértice retrasado, y los dos centrales se abren.
Seoane y Pita, que conforman el doble pivote, se ofrecen entre los centrales –normalmente
en diagonal-. Si resulta imposible jugar en corto, queda la salida media-larga
con los laterales o larga buscando la prolongación de los hombres de arriba,
organizada con la gradación descrita.
Extremos por dentro, laterales por fuera
La gran variación, al menos hasta la fecha, con respecto al
año pasado se basa en el rol que desempeñan los extremos. Con Pablo Álvarez y
Tonetto, Setién buscaba amplitud y ganar línea de fondo. Frente al Córdoba,
Pablo Sánchez e Iván Pérez serán casi con seguridad de la partida. Como elemento
dispar, se perfilan a pie cambiado y buscan las diagonales y el juego
combinativo. Así, los laterales (De Coz en la diestra; Manu en la siniestra) deben
proyectarse y hacer ancho al equipo, ya sea de modo activo, participando en la
jugada; o de modo pasivo, fijando a la marca a fin de despoblar zonas
interiores.
Factor Rennella
Enzo Rennella se enfrenta al que fue su equipo durante una
campaña y ello supondrá un acicate en el aspecto emocional. Es un tipo singular,
con condiciones técnico-tácticas óptimas y con un carácter muy particular. La
tutorización y los consejos pueden marcar su trayectoria, a corto, medio y largo
plazo. En lo deportivo está enchufado, con un nivel de confianza considerable. Juega
de “9”, pero baja a recibir pues es apto en el asociativo. Sus pases interiores
al espacio ya han creado quebraderos de cabeza a las zagas rivales, unido al
matrimonio con el gol desde que empezó la temporada. Habrá que encimarle.
Posible once
Lo mejor
Personalidad muy definida.
Lo peor
Por detrás en el marcador, arriesgan y sufren en el ida y vuelta.
La figura
Carlos Pita González (08/12/1984, A Coruña) es uno de los hombres de confianza de Quique Setién. No tiene el impacto mediático de un atacante, pero si está disponible lo juega prácticamente todo. En el mediocentro, junto a Seoane, conforman uno de los dobles pivotes más completos de la categoría. Pita luce más, pero también es solidario en el aspecto defensivo. Tiene recorrido, es un todoterreno y ya ha anotado un gol en este curso. Un futbolista muy interesante.
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