Relevo y cambio total. La llegada de Manolo Díaz al
Castilla, en detrimento de Alberto Toril, ha regenerado ambición y hambre de
fútbol en la plantilla blanca. El escenario del cambio de entrenador conlleva un
plus de mentalidad y ganas de demostrar las prestaciones potenciales. Los que
juegan para evidenciar que se les debe dar continuidad; los menos habituales
para manifestar que están a la altura. Diez de doce puntos. En dinámica
positiva.
El esquema habitual del Real Madrid Castilla con Manolo Díaz
a los mandos es un 1-4-4-2 muy marcado. Un dibujo que en la mayor parte del
partido se mantiene con una estructura simétrica, con bandas que se
desenvuelven a pie natural y que buscan normalmente dar amplitud.
Solvencia defensiva
La baja eficacia en labores defensivas era una tarea
subrayada que Manolo Díaz debía subsanar. Como remedio, el equipo defiende muy
junto y asiduamente en campo propio, ya que los delanteros y los extremos
repliegan y reducen espacios entrelíneas. El coeficiente de goles encajados se
cifra en 0,5 % por partió desde el relevo en el banquillo. A partir de ahí, la
salvación de está convirtiendo en una meta real.
Falta de referente
La apuesta del filial madridista continúa basándose en un
modelo de juego que confiere peso al marco ofensivo y a iniciar desde atrás. De
los centrales, Llorente posee mejor salida y es atrevido para, incluso, salir
en conducción; Cabrera erra más en pases pero el perfil zurdo le facilita la
salida por fuera. Si el Córdoba consigue presionar y tapar la base de la
jugada, el Castilla la romperá y ahí sufren. No tienen un “9” que juegue de
espaldas, que aguante para que se incorpore la segunda línea.
Particularidad en los puntas
Casi con total seguridad, Borja García y De Tomás serán de
la partida ocupando las dos posiciones teóricamente más adelantadas. Por
cualidades y prototipos de futbolista, ambos se muestran participativos y no
permanecen pasivos ejerciendo de referentes. Ello provoca que los extremos se
encuentren en algunas ocasiones por delante de los delanteros. No obstante,
Borja García se escalona con mayor frecuencia para ser el eslabón en tres
cuartos.
Posible once
Lo mejor
Equipo seguro y eficaz desde la llegada de Manolo Díaz.
Lo peor
Falta de un “9” goleador